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Mis 6 conciertos internacionales favoritos (parte 1)


A partir de 2004 en adelante he visto muchos shows impresionantes, de gran calidad, entretenidos, interesantes, fomes, basuras y otros también decepcionantes, de todo. Sumando, he asistido a más de 50 eventos musicales (asocio «evento» a ticket de entrada, de modo que un evento puede ser un simple recital unitario o bien un festival, tanto pagado como gratuito), llegando el momento en creo que sería un buen ejercicio hacer una lista de los 6 conciertos a los que he asistido y que más me han gustado.

La raíz misma de esta lista es subjetiva, por lo que no necesariamente mi opinión será parecida a la de usted, amigo lector. ¿Cree que dejé algo muy importante fuera? ¿No mencioné su recital favorito? Lo invito a comentar para que comparta la lista de recitales que más lo han marcado. La primera parte de la mía, después del salto.

6. Secret Chiefs 3: 3 de diciembre de 2010, Teatro Nescafé de las Artes

SC3 en Chile

Imagen por HumoNegro

Más adelante en la lista quizás noten que tengo cierta afinidad con los recitales de alguna forma físicos, pero eso no impide que una presentación también me pueda llegar por una vía alternativa.

Creo que podría calificar la primera presentación de los SC3 en Chile como una experiencia estresante. Y claro, dirán, ¿cómo es posible entonces que la haya incluido en la lista de los 6? Es que creo que hay distintos tipos de stress, unos muy buenos, de hecho, y lo de SC3 es una muestra de ello.

Cuando uno se enfrenta a la música, en particular, popular, para alguien que está acostumbrado a escucharla (ya sea activamente, o simplemente dejando la radio sonar), uno puede identificar las claves, las formas de hacer las cosas, sin necesidad de ser ningún entendido en la materia. Si la batería hace x y luego y, uno sabe que probablemente va a terminar de alguna forma en z aunque no conozca la canción. Benjamin Zander lo explica mejor aquí, en una TED Talk (pueden ver la charla subtitulada en este enlace, asegúrense de ir al minuto 8 y 35 segundos no más). Y, en cuanto a la música popular, este viaje entre y y z se podría calificar de tranquilo.

Ahora, ser testigo en vivo de una banda que quiebra la regla a su favor, que interpreta esta forma de hacer las cosas de una manera particular para hacer que este viaje entre x y z esté lleno de sobresaltos, cambios, giros, a uno lo deja paralizado. La sensación de esa z que nunca llega es casi exasperante y uno lucha, de verdad, contra esta particular forma de disonancia cognitiva. Y esta tensión es profundamente estimulante y placentera.

Pocas veces he logrado concentrarme tan hondamente con la música que se está interpretando frente a mí, de dar absolutamente el 100 % de mi capacidad para seguirla e intentar entenderla y de conseguir a cambio una satisfacción tan profunda. Los SC3 son una banda tremenda en vivo, pareciera no importar la formación que a uno le toque presenciar (el segundo show de ellos en Chile también fue inmensamente estimulante y los músicos que rodeaban a Trey Spruance no eran los mismos), y cualquiera que trate de juzgar su trabajo sólo escuchando el material de estudio o viendo videos en YouTube se está perdiendo el 99 %, sino más, de la experiencia.

Si usted está lo suficientemente metido en este arte que es la música para ya haber comenzado a investigar sus vertientes más experimentales, no dude ni por un instante en ir a ver a los Secret Chiefs 3 en vivo cuando tenga la oportunidad. Es una experiencia que está a un nivel superlativo.

5. Nine Inch Nails: 4 de octubre de 2008, Movistar Arena

NIN en Chile

Imagen por Cristóbal Pizarro

Yo no iba a asistir a este recital. Conocía a NIN, naturalmente, pero mi cercanía con su sonido no era suficiente como para poder desembolsar sin culpa el costo de la entrada, que en ese momento representaba un buen porcentaje de todo mi capital ahorrado. No obstante, la entusiasta recomendación de uno de los integrantes actuales de SSA, me llevó a apostar por este recital y no me arrepiento en absoluto de ello.

Agresivos, muy agresivos. Así se plantaba Trent Reznor frente al micrófono y así machacaba Josh Freese su batería, llegando a romper el bombo. Como escribí en su momento para otro blog al comentar el show, la presentación de NIN de la que fuimos testigos aquella noche fue brutal, un recital que me dejó sin palabras.

El show fue una experiencia completa: desde un setlist muy acertado para llevarnos con notable fluidez a los distintos estados de ánimo que plantea NIN a lo largo de su discografía, manejando muy bien la cadencia y los tiempos, pasando por una escenografía tremendamente vistosa, con mucha tecnología detrás y muy, muy funcional al espectáculo musical, sin ser nunca más importante que la música misma, y, bueno, como no, una formación en vivo compuesta por músicos tremendos, lo de NIN era y sigue siendo una de las mejores presentaciones que se han podido ver en Chile.

En esa ocasión Reznor prometió volver pronto. Ya se van a cumplir 5 años desde aquel evento y sigo esperando pacientemente para partir corriendo a comprar la entrada si es que alguna vez se vuelve a confirmar su presencia en nuestro país. Lo de NIN en Chile es un gran, gran recuerdo. Ojalá hayan estado ahí, de verdad.

4. Pixies: 9 de octubre de 2010, Club Hípico (Maquinaria Festival)

Pixies en Chile

Imagen por Kamon

Por algún momento quise hacer un empate técnico en el tercer lugar, pero al final me decidí a situar a Pixies en un solitario cuarto puesto. Difícil decisión, claro está, pero preferí dejarlo así.

¿Podría decir algo de Pixies que no se haya dicho ya? Que son una banda seminal, fundamental, que fueron unos adelantados, que tenían una creatividad brutal y un estilo único, totalmente inconfundible, a pesar que luego muchos copiaron su forma de entender e interpretar la música, que tienen inmensas canciones, himnos alternativos incombustibles… que, dicho con todos sus letras, son una puta maravilla de agrupación, una genialidad casi sin precedentes, todo ya ha sido dicho y en todo eso la gente tiene razón.

Y bueno, es que los Pixies son una parte fundamental de la historia musical contemporánea y verlos en vivo, más allá del increíble placer de estar frente a un pedazo de historia con su formación original, de poder escuchar a una banda importantísima, de esa sensación de que se te apriete el corazón por decir «por fin los estoy viendo en vivo» cuando uno siempre creyó que eso sería imposible, más allá de todo eso, estar esa noche ahí se transformó aún más en un deleite porque fuimos testigos de una banda que a pesar de estar tocando canciones viejas luego de un gran intervalo de inactividad como conjunto, se percibía tan fresca y actual como cualquier otra, como que el tiempo se había detenido y que estábamos de vuelta a fines de los 80 y que los Pixies nunca se habían separado.

Black Francis simplemente se lució, es un maestro. Todos sabemos que es la fuerza creativa y motor de la banda, que él es el verdadero genio y así lo hizo sentir despachando las vocalizaciones más memorables, las líneas de guitarra más deformes, los aullidos más surrealistas y entrañables y la energía más desbordante de todos los que estaban sobre el escenario en esa ocasión. Y no es que quiera restarle mérito a los demás integrantes de la banda (de hecho, me dio mucha pena saber hace unas semanas atrás del alejamiento de Kim Deal de la agrupación y que en su ausencia sigan presentándose como Pixies), pero si hay que ser justos, Francis se robó la película. Es un pedazo de frontman y músico.

Aún hasta el día de hoy me arrepiento de no haber ido a la presentación que dio la banda en La cúpula. Aunque no tenía cómo pagar esa entrada, igual me arrepiento. Qué lástima que el ticket haya estado tan malditamente caro en aquella ocasión, qué lástima…

Larga vida a Pixies.

Mañana los 3 primeros lugares de mi lista.

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